Las brujas blancas de Ibarra, a decir de los pobladores eran unos seres voladores, con forma de mujeres pero con trajes muy largos y espesos, solían gritar, reír, sollozar en las madrugadas asustando a la gente. Algunos incrédulos se burlaban de estas brujas y terminaban convertidos en mulas o gallos.
Leyenda de las brujas blancas de Ibarra
Cuenta una leyenda muy antigua que en el norte del país, en la provincia de Imbabura para ser exactos, vivían tres hermanas brujas; pero a diferencia de las horribles brujas que visten de negro y tienen rostros muy feos y llenos de verrugas, lunares y granos, estas brujas eran bastante atractivas y siempre vestían de blanco.
Viajaban de un lado a otro, llevando noticias de manera mucho más rápida que por cualquier otro medio.
La población ya estaba acostumbrada a ver a las brujas volando por las noches en los cielos de Ibarra; pero los más jóvenes, iban buscando trucos y secretos para molestarlas.
Muchos hombres se acostaban en el suelo haciendo con sus cuerpos la forma de la cruz y si las brujas los veían mientras volaban, estas caían súbitamente al suelo.
Esta práctica, divertía mucho a los muchachos, pero molestaba sobremanera a las brujas.
Producto de su enojo, estas convertían a los bromistas en gallos, burros o cerdos negros y peludos; pero claro, el hechizo duraba tan solo unos pocos días.
Muchos en la ciudad utilizaban estos hechizos como pretexto para desaparecerse algunos días de sus casas para irse a beber aguardiente con sus amigos.
Las brujas practicaban extraños rituales en el campo, danzaban alrededor de hogueras con pedazos de madera en las manos y flores en sus cabellos, mientras cantaban hermosamente.
Pero la gente comenzó a seguirlas, espiarlas, y jugarles bromas, lo que las obligó a alejarse de sus costumbres y rituales diarios, así como de sus vuelos nocturnos.
Ahora es muy difícil encontrarlas, solo si pasas toda la noche en el campo, sentado en la rama de un gran árbol y con la ayuda de la luna llena… tal vez puedas verlas.
…Pero, no se te ocurra hacerles bromas, porque puedes terminar convertido en un gallo, un burro o un cerdo negro y peludo.
Datos interesantes
Con suerte, si levantamos la mirada al cielo en una noche de luna es posible que localicemos a una bruja que regresa del sur y pasa por encima del pequeño Ceibo, del parque Pedro Moncayo.
Hay otros que aseguran que suelen escucharse gritos, risas y llantos en las madrugadas del lugar… todo esto por las brujas blancas de Ibarra.
Si quieres conocer más leyendas de Ibarra, visita Las tres piedras del Tahuando