El Veloz Titiri, un chasqui Tsáchila, hizo un descubrimiento que pasó a ser una de las más grandes tradiciones de su pueblo.
Decoraciones en el cuerpo y en el pelo hacen del pueblo Tsáchila único y hoy te contamos el origen de esta costumbre de los lugareños de Santo Domingo.
El veloz Titiri
Se cuenta que la comunidad Tsáchila, no siempre llevó su cuerpo pintado con achiote.
Se cuenta que existía un Tsáchila, llamado Titiri, era tan veloz como un rayo, y que nadie podía alcanzarlo, pues era considerado un gran chasqui, sin duda el más veloz de todos los Tsáchilas.
Titiri era el encargado de llevar los mensajes a todas las familias Tsáchilas.
Un día, en uno de sus tantos veloces viajes, se detuvo en un lugar, en donde una planta llamo su atención, por sus bellas flores y unos racimos muy llamativos, de los cuales unos estaban abiertos y dejaban ver aquellas semillas de color rubí. Esos racimos eran frutos de achiote que brillaban a la luz del resplandeciente sol.
Tomó unos de los racimos, y presiono uno de los frutos para sentir aquellas semillas de color tan llamativo, que lo distraía y le encantaba, sus dedos se tornaron colorados al entrar en contacto con estas semillas, frotó dos dedos sobre la piel de su abdomen para limpiarlos, pero para su sorpresa aquel hermoso color no se perdió y se adhirió a su pie.
Le gustó tanto aquel color que pintó rayas rojas en todo su cuerpo e incluso lo puso en su cabello.
Y es así que desde ese día, todos los Tsáchilas pintan su cuerpo y su cabello con achiote en honor a Titiri.
Datos Interesantes El veloz Titiri
El achiote es el fruto de un árbol extendido por toda América y sus semillas producen un pigmento natural rojizo que se utiliza mucho en la industria alimentaria, textil y cosmética.
Muchas tribus, como los Tsáchilas, utilizan el achiote para pintar sus cuerpos en eventos ceremoniales.
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