La laguna de Culebrillas

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La laguna de Culebrillas

La Laguna de Culebrillas ubicada en la zona que un día fue habitada por los Cañaris, indígenas nobles y rebeldes, en la actualidad, se erige como un testigo silencioso de la grandeza y el sacrificio de aquella cultura que prefirió la muerte, protegiendo de este modo tanto los tesoros como la memoria y el honor de su pueblo.

Leyenda de la laguna de Culebrillas

Hace muchos años, cerca de la Laguna de Culebrillas, en lo que actualmente es Caguanapamba en la localidad de Tambo, provincia del Cañar, se extendía una gran planicie considerada por todos los indígenas como una zona sagrada.

Allí vivían los Cañaris, casta de indígenas, nobles y rebeldes que habían construido ciudades, templos y edificaciones monumentales. El lugar era majestuoso, lleno de lujo y opulencia. Su fama se había extendido varios kilómetros a la redonda.

En esta magnífica planicie se realizaban majestuosas celebraciones en honor a la Pachamama y al Taita Sol. Aún queda la memoria de los desfiles, de las representaciones magníficas.

Cuando llegaron los Incas al lugar decidieron aliarse con los cañaris y asentarse allí, no solo por la belleza del sitio, sino por la nobleza de los conquistados. Los incas contribuyeron a la magnificencia del lugar con sus grandes conocimientos de arquitectura, con su lengua y con su cultura.

Llegó a la Laguna de Culebrillas uno de esos mensajeros que recorrían el imperio llevando y trayendo noticias. El chasqui contó que un grupo de hombres blancos con vello en el rostro, que se llamaban a sí mismos españoles, se acercaban a sus tierras.

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Los Cañaris e Incas, temerosos por la fama de la avaricia que traían consigo los españoles, decidieron trasladar los tesoros de sus viviendas al centro mismo de la planicie sagrada. Para protegerlos, construyeron canales de agua alrededor del sitio, obra que de inmediato inundó la planicie y formó la laguna que hoy se conoce como Culebrillas.

Mientras se inundaba el lugar, muchos de los sabios y sacerdotes cañari – incas decidieron enterrarse vivos junto con todas sus riquezas, al hacerlo no solo protegían el metal precioso, sino algo más preciado, su memoria y su cultura.

Cuentan los indígenas de la zona, que de noche en noche sale del fondo de la laguna el resplandor del oro allí enterrado y que junto con el brillo se escuchan las voces tenues de los sabios, recitando la cultura y las notas tristes y un rondador.

Datos Interesantes

  • La Laguna de Culebrillas se encuentra en Caguanapamba, en la localidad de Tambo, provincia del Cañar.
  • Los Cañaris eran una casta de indígenas nobles y rebeldes que construyeron ciudades, templos y edificaciones monumentales en la región.
  • La Laguna de Culebrillas se ha convertido en un lugar de leyenda y misterio, atrayendo a visitantes interesados en conectar con la historia y la espiritualidad de los antiguos habitantes de la zona.

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