El Tesoro de Atahualpa nace porque en el año de 1532, Francisco Pizarro fundó la ciudad de San Miguel de Piura y comenzó la conquista del Imperio incaico. Más tarde, en el mismo año, tomó prisionero al Inca Atahualpa en Cajamarca.
La gente ha buscado el tesoro de Atahualpa en los últimos quinientos años, y muchos han llegado a términos desafortunados, que han dado origen a la creencia de que es una maldición.
Leyenda el tesoro de Atahualpa
En tiempos de la conquista, cuando Atahualpa fue capturado por los soldados españoles, cuenta la historia que, con el afán de recobrar su libertad, el Inca les ofreció a sus captores un cuarto lleno de oro y dos de plata.
Muchos objetos de estos preciosos metales comenzaron a llegar a Cajamarca, donde se encontraba Atahualpa cautivo, en caravanas de indígenas que venían desde diferentes regiones del imperio; sin embargo, debido a la gran magnitud del territorio, la entrega del codiciado rescate demoraba.
Corría el rumor entre los captores de que el ejército del General Rumiñahui se acercaba para matar a Francisco Pizarro y los demás conquistadores, a quemar todo y liberar a Atahualpa.
A tanto llegó el temor que, ocho meses después de la captura, el Inca fue asesinado. Se conoce que Pizarro se llevó la mayor parte del botín recaudado, pero no se sabe a ciencia cierta qué sucedió con el resto del rescate prometido, con las caravanas de oro y plata que iban en camino hacia Cajamarca. Al parecer, Rumiñahui pudo ocultar el rescate.
Tras la muerte de Atahualpa, Pizarro se dirigió hacia el Cuzco y Sebastián de Benalcázar y se encontró con una ciudad saqueada e incendiada. Después de ocuparla, siguió el rastro de Rumiñahui que, según cuentan las crónicas, se encontraba en las peñas de los altos de Píllaro, cerca de los Llanganatis.
Finalmente, lo capturaron y lo quemaron en la plaza principal de Quito, pero no lograron conocer en dónde se encontraba escondido el tesoro. Hasta ahora no se sabe qué ocurrió con el tesoro de Rumiñahui, pese a las continuas expediciones que se han realizado
Datos Interesantes el tesoro de atahualpa
Pizarro desconfiaba de Atahualpa y su influencia sobre el resto de guerreros incas, por lo que condenó al Inca a ser ajusticiado en el garrote el 26 de julio de 1533.
Una versión de la leyenda sostiene que el general incaico Rumiñahui se dirigía a Cajamarca con un estimado de 750 toneladas de oro trabajado para el rescate, cuando supo que Atahualpa había sido asesinado.
La leyenda dice que volvió a Quito (que en ese momento era el nombre del territorio, hoy llamado Ecuador), transportando el tesoro hasta la Cordillera Llanganatis y la tiró a un lago. Rumiñahui a continuación mantuvo una lucha contra los españoles, y aunque finalmente fue capturado y torturado, nunca reveló la ubicación del tesoro de Atahualpa.
Esta historia se conecta también con la tan famosa leyenda de El Atrio de San Francisco, se cree que Cantuña encontró el tesoro de Atahualpa o por lo menos parte de él; y para poder justificar sus riquezas, inventó el relato de su pacto con el diablo durante la construcción para la que fue contratado por los sacerdotes franciscanos.
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