La peña de Aguas Negras nos invita a sumergirnos en el encanto misterioso del pueblo de Chaucha, donde entre las montañas se alza una enigmática peña que dibuja el perfil de un hombre.
Detrás de esta fascinante formación rocosa se oculta una leyenda cautivadora, transmitida en susurros por los sabios del lugar.
Un encuentro inesperado entre un cazador y una anciana de apariencia mágica desata una serie de intercambios y secretos ocultos que te transportarán a un mundo lleno de intriga y lecciones sobre la ambición desmedida.
Prepárate para adentrarte en una historia que revela los peligros de perseguir los anhelos sin medir las consecuencias.
Leyenda La peña de Aguas Negras
En Chaucha, una población cercana a Cuenca, en medio de la montaña, está la peña de Aguas Negras que desde lejos perfila la cara de un hombre.
No se sabe a ciencia cierta quién esculpió el rostro, ni tampoco a quién pertenece el extraño perfil retratado en la roca; es un secreto resguardado por los viejos del lugar y que de noche en noche revelan a sus nietos.
Se dice, que algunos años atrás, un joven de la comunidad salió a cazar guantas; dentro de poco se iba a festejar una gran fiesta en el pueblo y la carne de este animal era apetecida para preparar la fritada.
Estando en lo más alto del cerro, el cazador avistó una guanta bien dotada; en el mismo instante que atrapó al animal, como por arte de magia, se le apareció una anciana vestida con una pollera multicolor y un gran sombrero de lana.
La anciana se acercó al sorprendido joven y le preguntó:
¿Qué haces por aquí en medio del Cerro?
Yo -dijo el joven con voz temerosa-, estoy cazando una guanta para preparar fritada para la fiesta del pueblo.
La anciana se puso molesta y roja de la ira, le contestó:
Sé lo que es una guanta, pero lo que tienes enfrente es mi amado cuy, mi compañero en mi choza y me pertenece; si lo dejas libre, a cambio te doy un grano de maíz, pero de oro.
Al cazador pareció magnífico negocio, tomó el oro, soltó la guanta y que para este para la anciana era un cuy.
Alentado por la ambición, el joven volvió a trepar el monte en busca de otra guanta; en el mismo camino se topó con la misma anciana. La mujer, nuevamente molesta, insistió al joven que lo que creía que era una aguanta no era más que su cuy, y volvió a ofrecerle otro grano de oro a cambio de la libertad al animal.
El joven cazador dijo para sí:
¡Qué mujer tan rara!, confundir una guanta con un cuy; mejor no le discuto y sigo con el negocio.
De esta manera, subió varias veces al cerro y atrapó varias guantas que fue cambiando a la anciana por un grano de oro que le entregaba cada ocasión por su amado cuy.
El hombre estaba feliz con la oportunidad de negocio y ni por un momento se puso a pensar en que la mujer podía ser una maga que estaba probando la honestidad del joven.
Cerca de la fiesta, el joven tenía tanto oro como para comprar todos los cerdos del pueblo, pero cegado por la ambición, subió una vez más al cerro y nuevamente intentó el engañoso negocio.
Entonces, la anciana maga enfurecida, hizo que de la nada apareciera un fuerte viento acompañado de truenos que llevó por el aire al cazador y le empujó a una peña llamada Aguas Negras.
Encarceló al hombre en la peña de Aguas Negras y dejó su perfil como advertencia a los jóvenes ambiciosos que no se detienen para conseguir sus objetivos.
Datos Interesantes
Cuenca es una bella ciudad ecuatoriana, reconocida por su arquitectura colonial y su rica historia. Es famosa por sus iglesias y catedrales, así como por su hermoso casco antiguo, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Chaucha es una parroquia rural de Cuenca, en la provincia de Azuay, se extiende por el suroeste del cantón Cuenca. El área está ubicada en el flanco oeste de la Cordillera Occidental. El escenario montañoso proporciona el ambiente perfecto para la historia de la peña con el perfil de un hombre, creando un ambiente misterioso y cautivador.
¿Te Gustó la leyenda de la peña de Aguas Negras? Te invitamos a leer: El nacimiento de la selva ecuatoriana.