En Pumapungo se encontraba uno de los templos incas dedicados a rendir culto al Sol, era el hogar de Nina, una doncella del sol, ellas eran mujeres dedicadas a realizar actividades rituales y atender a la monarquía durante las visitas oficiales.
Leyenda de la doncella de Pumapungo
Pumapungo, localizado en las cercanías de lo que hoy es la ciudad de Cuenca, era el destino de descanso preferido por la realeza inca.
El lugar estaba exquisitamente decorado y hasta hoy en día es posible visitar sus ruinas. El lugar contaba con una fuente sagrada que era usada exclusivamente por el emperador.
Pumapungo se encontraba atendido por unas jóvenes doncellas conocidas como las Vírgenes del Sol. Estas mujeres eran educadas desde niñas en distintas artes y habilidades que usaban para entretener a los emperadores.
Nina era una de las Vírgenes del Sol residentes en Pumapungo y aunque estaba prohibido, se enamoró perdidamente de uno de los sacerdotes del templo.
La pareja solía reunirse a escondidas durante las noches de luna llena en los jardines del lugar.
Cuando el Emperador se enteró de este hecho, mandó a matar al sacerdote, pero prohibió que se informara a Nina del suceso.
La doncella, al ver que pasaban las lunas y su amante no acudía a sus encuentros, finalmente murió de pena.
Se dice que hoy en día, en las noches de luna llena, se puede oír el lamento de Nina entre las ruinas del lugar.
Datos Interesantes
Las construcciones ceremoniales de Pumapungo, fueron levantadas en la parte final del siglo XV y estaba considerada como una de las ciudades ceremoniales más bellas e importantes del territorio inca.
Si lo deseas visitar, se encuentra en el centro histórico de la ciudad de Cuenca, dándole ese toque único a la ciudad, mezcla de tradición, historia y cultura.
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