
Se dice que muy cerca de Loja, a tan solo unos 50 kilómetros, el tesoro de Quinara aun espera ser descubierto, hubo una expedición que empeñó hasta el sentido común y la capacidad de escuchar por encontrarlo, pero su ambición les jugó una mala pasada, muriendo sin un gramo de oro, ni habiendo escrito sus nombres entre los grandes afortunados de la vida.
leyenda el tesoro de Quinara
Quinara es un poblado ubicado a 50 Km de la ciudad de Loja, se cuenta que el botín por el rescate de Atahualpa aun se encuentra en las viejas haciendas de esta zona.
Todo comienza cuando Francisco Pizarro, teniendo cautivo a Atahualpa, pidió por su rescate un aposento lleno de oro hasta la altura del Inca con su brazo levantado, los nativos que apreciaban más la libertad de su líder que el metal, rápidamente reunieron todo el oro reclamado por los conquistadores, los acomodaron en fardos suficientemente grandes para que puedan ser cargados.
Se dice que rápidamente se articuló una caravana de aproximadamente 7000 nativos cargados con el precioso metal avanzaba a Cajamarca para canjear la libertad del Inca; pero al llegar al valle de Piscobamba, recibieron la trágica noticia de que Atahualpa había sido ejecutado por Francisco Pizarro.

Con la noticia, el jefe de la expedición «Quinara» tomó la resolución de jamás entregar el oro, ante el atroz crimen cometido; para esto, en el lugar más apartado que encontraron cavaron un inmenso agujero donde enterraron los 7000 fardos de oro, lo sellaron con argamasa tierra y piedras. Ante la mirada común, el nuevo hogar del tesoro, era imperceptible.
Una vez escondido el tesoro, se alejaron lo suficiente para tocar el quipa (especie de corneta indígena) y pusieron un mascarón del que se dice que su nariz apunta al entierro donde se encuentra el tesoro de Quinara.
Se cree que hicieron esto con la esperanza de que algún día, los invasores se marcharían, dejándolos en paz para retomar sus vidas. Con el paso de los años, poco a poco las personas iban olvidando este acontecimiento y por algún tiempo ningún hispano había puesto un pie en la zona.
Cierto día llegó a la zona un Jesuita que se negaba a hablar con la gente sobre la razón de su visita, sin embargo con el tiempo se llegó a saber que uno de los indígenas que había cargado los fardos se refugió hasta sus últimos días en el Colegio Jesuita de Lima y antes de morir, había contado, a algunos piadosos sacerdotes, el secreto del lugar donde había sido enterrado el rescate del Inca. El clérigo murió sin encontrar el tesoro por lo vago de las descripciones.
Desde entonces muchos son los que han buscado el tesoro de Quinara en la zona, talvez el más nombrado fue Antonio Sánchez de Orellana, de quien se dice que encontró el bello metal después de un desprendimiento de tierras, e inmediatamente se dispuso a comprar su título de Marqués con unos pocos gramos de oro.
Pero los habitantes de la zona llegaron a una conclusión; si se dice que el flamante Marqués había sacado 120 mulas cargadas con tesoros, y eran 7000 indígenas que transportaban el rescate, el resto del tesoro sigue enterrado en alguna parte.
Con este pensamiento partieron múltiples expediciones, muchos de ellos avanzaban sin ningún conocimiento, tan solo eran guiados por la ambición, en el camino no les importó romper piedras, vasijas; finalmente alguien con suerte dio con el mascarón, al considerarlo poco valioso lo hicieron rodar y cada uno comenzó a cavar donde quería, estallaron de euforia al encontrar la quipa; y hubieran seguido cavando sin control si alguien no les hubiera recordado las palabras del Jesuita: «en línea recta a donde mira el mascarón».
Nadie recordaba hacia donde miraba esa primera pista encontrada, comenzaron a cruzar acusaciones entre ellos y las peleas no tardaron en llegar. Las ideas y conclusiones descabelladas se convirtieron en el pan de cada día y el peso de la vergüenza de estar tan cerca los hizo alejarse de la zona, perdiendo el mascarón, la quipa y el tesoro de Quinara.
Datos Interesantes de la leyenda el tesoro de Quinara
El Valle de Quinara es una hermosa parroquia rural al sur de Loja, Ecuador, conocida por su clima templado, paisaje verde con cañaverales y el cristalino río Piscobamba, ideal para el turismo y la agricultura, destacándose por leyendas incas sobre oro enterrado de la leyenda el tesoro de Quinara y ruinas subterráneas en su zona alta, un «tesoro escondido» con historia y misterio.
Se cree que su nombre proviene de un campamento inca con un jefe llamado Quinara, según fuentes locales y otros relatos prehispánicos.
¿Quieres conocer dónde está Quinara en el mapa?
¿Te Gustó la leyenda el tesoro de Quinara? Te invitamos a leer: El cucurucho de San Agustín.









