“Hazme caso, si no te lleva la tunda”
Esta es una expresión muy común en el norte de la provincia verde; por el mito del norte costero del Ecuador, la Tunda es una mujer de monstruoso aspecto que atrae a las personas hacia el monte, tomando diferente aspecto dependiendo de su víctima
Leyenda de La Tunda
Se dice que cuando llegaban los barcos llenos de esclavos desde África la mayoría de ellos no habían sido totalmente subyugados por lo que trataban de organizar motines para escapar, de entre tantos motines uno de ellos resulto dejando en libertad a varios cientos de ellos en las costas del norte de Esmeraldas en Ecuador.
Entre los esclavos se encontraba una joven princesa Africana la cual era bella como hay pocas mujeres, el diablo al ver tan bella negra quiso con todas sus fuerzas poseerla, así que decidió tomar la forma de un Guerrero de una tribu nativa de aborígenes y guiar a los nuevos libertos en medio de Selva para enamorar a la Princesa.
Cautivada por el valor y belleza del aborigen decidió unirse a él por el resto de su vida, para su mala suerte, ella descubrió muy tarde que su marido era el mismísimo diablo con quien termino por procrear criaturas como el Duende negro, La tunda, el Bambero, la gualgura, la bohemia entre otros que con el tiempo se volvieron parte del temor y Folklor Esmeraldeño.
Se dice que es una mujer negra muy fea con un pie en forma de bestia (pata de burro generalmente) y el otro en forma de molinillo (artefacto que consiste en un palo largo terminado en aspas que era utilizado como para hacer lo que ahora hacer las licuadoras), su olor es horrendo como si siempre cargara algo putrefacto encima.
Este ser puede cambiar su aspecto por el de otras mujeres (excepto sus piernas, las que no puede cambiar y esconde bajo su vestido); su habilidad la utiliza para capturar jóvenes, niñas y niños que son groseros o desobedientes con sus mayores.
Según la leyenda esta descendiente del diablo no ha podido jamás atraer a un hombre a su lecho por eso hechiza o entunda jóvenes a los que convierte en sus maridos y debe capturar niñas porque aun cuando queda embarazada ella solo logra parir piedras y palos, así que transforma a las niñas en tundas metiéndolas en un saco que cuelga en una rama del árbol donde vive y frecuentemente hecha su orina sobre el saco para transformarlas.
La tunda merodea por las riberas de los ríos de la costa Ecuatoriana buscando camarones y cangrejos que mete bajo su falda y luego se los da de comer a los entundados.
Cuando la tunda ve a un niño o niña desobediente cerca del río toma el aspecto de su madre o de una familiar (siempre toma aspecto de una mujer conocida jamás de un hombre) y le pide al pequeño que le ayude a capturar algún animal que se ha escapado de la casa y se ha metido al bosque a cambio de su ayuda le ofrece una recompensa, los niños no lo piensan dos veces y entran al bosque sin saber que a quien siguen no es a su madre sino a la tunda.
Luego de caminar un rato quien sigue a la tunda se sentirá confundido y desorientado ese instante es el que la tunda aprovecha para terminarlo de entundar sacando uno de los crustáceos que tenía bajo su falda y dándoselo de comer de esta manera el entundado no querrá por nada del mundo separarse de la tunda.
Cuentan los mayores que para rescatar a alguien que la tunda ha capturado se debe entrar en el bosque persiguiendo al ente con perros a los cuales ella le teme mucho, escopetas y fumando tabaco porque el olor de este le desagrada a la tunda.
Una vez que se recupera al entundado hay que bañarlo, echarle humo de tabaco para que la tunda no quiera volverlo a tocar y obligarlos a vomitar o comer otra cosa que no sea ni camarones ni cangrejos.
Datos Interesantes
Tomando en cuenta el contexto de la época, cuando los esclavos lograban escapar y eran atrapados, se los castigaba duramente para escarmentarlos; y para ello, se los azotaba frente a los demás para disuadir a los otros de intentar escapar; sin embargo, muchos volvían a escapar; si eran atrapados por segunda vez, les cortaban un pie.
Por lo que la Tunda, bien ser una esclava reincidente.
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